Como esta ardilla, tuvimos siempre el complemento energético para nuestro sueño asegurador: ¡¡CONFIANZA Y FE EN QUE LO PODÍAMOS LOGRAR!!
Continuación del ensayo que recopila recuerdos de la mejor Aseguradora del mundo, no sólo eficaz con el logro exitoso de su misión, sino que supo construir la inolvidable Familia Colmena.
Introducción
A través de los dos anteriores relatos pudimos recordar de dónde, cuándo y por qué surgió, no solo la idea convertida en proyecto diseñado sobre escritorio, sino que también pudimos dar un rápido vistazo, como si tuviéramos una especie de “dron mental”, destacando algunos detalles y anécdotas peculiares, que marcaron el nacimiento y primera etapa del crecimiento de Aseguradora Mercantil, progenitora a su vez de la sorprendente y por nadie esperada, nueva Aseguradora y gestora de una Familia con fuertes lazos de uníon, cuyo proceso de transición, migrando de la una hacia la otra, es el foco principal del relato que asumimos con esta tercera parte.
Partamos entonces de la base de saber que, en el punto que dejamos la segunda parte del relato, ya Aseguradora Mercantil, haciendo gala de su casta, junto a una enorme convicción y confianza en nosotros mismos, rápidamente inició su incursión, de manera atrevida pero con raíces de un indiscutible profesionalismo y un modelo de servicio que, además de romper muchísimos paradigmas vigentes en el momento histórico, de manera irreverente pero respetuosa, nos invita a combatir, respetando las reglas del juego limpio, en un terreno dominado por las grandes ligas.
Fruto de ello, aprovechando de manera diligente el espacio otorgado por el escepticismo de la competencia y el desconocimiento sobre nuestra existencia por parte de la gran mayoría de avezados suscriptores y comunidad aseguradora en general, rápidamente pudimos implementar tres potentísimos frentes de acción, como son el Seguro Directo, el Coaseguro y el Reaseguro.
Estrategia ésta que nos permitió construir un camino para crecer más rápidamente, al poder complementar la adquisición directa de negocios, con una participación sorprendentemente activa con el intercambio de riesgos, obviamente jugando en el fondo un papel de “facilitadores” para el intercambio de riesgos, más que una fuerte aseguradora, como consecuencia de nuestra limitada capacidad impuesta por el pequeñísimo capital de trabajo real con que contábamos en aquel entonces.
Pero entonces, en paralelo con nuestra intensa labor del día a día, se presenta un suceso extraordinario, acorde con la breve narración que a continuación le invitamos a leer…
Prólogo
Queridos compañeros y amigos. Ya a punto de publicar esta narración, me encuentro con un problema (relativo):
Para ser respetuoso con las reglas de “netiqueta”, cada artículo que se publique no debiera exceder de las 2.000 palabras. Yo no he terminado todavía y ya voy en 6.600, luego necesariamente me toca dividir el tema en tres bloques (por lo menos).
El primer bloque, identificado como: ¿Una Aseguradora con lazos de Familia? – parte 3, inicia con una introducción que nos facilita el puente de comprensión entre las dos historias: la de “arrancada” con Aseguradora Mercantil” y la de llegada con el nacimiento de Seguros Colmena.
El segundo bloque, identificado como: Arranca entonces una nueva historia (parte 4), se enfoca en destacar al equipo cofundador y gestor que tuvimos la enorme fortuna de vivir una parte importante de nuestras vidas en “los dos mundos”, inmersos a su vez en los nacimientos de las dos aseguradoras que nos ocupan, junto al inolvidable e inesperado proceso de transición entre las dos experiencias.
El tercer bloque, identificado como: Algunas anécdotas que destacan por qué fuimos una empresa distinta, abarca la quinta, y por ahora, última parte de este relato, sacando a colación algunas de las principales vivencias que tuvimos la fortuna de disfrutar algunas de ellas, y de aprender como consecuencia de los difíciles caminos que debimos recorrer, pero, también generando grandes satisfacciones una vez hubimos logrado las metas propuestas.
Entremos pues en materia…
¿Presencia religiosa como profecía del cambio?
Atendiendo los tres principales frentes de trabajo mencionados en la Introducción, amén de toda la serie de labores de índole administrativa, necesaria también para poder equilibrar el “FrontOffice” (atención personalizada a los Clientes) con su respectivo “BackOffice” (tareas internas de respaldo y administración), transcurría lo que mal podríamos asimilar a una rutina tradicional, pues nunca tuvimos dos días iguales, pero en aras de simplificar el ejercicio, vamos a permitir el término de “nuestra especial rutina”.
Pero coadyuvante para “romper esta especial rutina”, transcurrido aproximadamente el primer mes de operación, sin llegar a imaginarnos nunca, la poderosa semilla que traía consigo este “intrascendente y poco valorado contacto”, aunque siempre atendido con la mejor buena voluntad y la mayor amabilidad, un lunes cualquiera comenzó a visitarnos una Monjita buscando la limosna para los pobres.
Y así transcurrieron los primeros cuatro o cinco lunes, cimentando en nosotros el paulatino acostumbramiento a sus periódicas visitas.
Pero cierto lunes, sucedió algo desacostumbrado: ¡¡No llegó la Monjita!!, sino que ¡¡llegó un Curita!! La verdad es que no prestamos mayor atención a esta especie de relevo para la visita de los lunes por la “limosnita para los pobres”, así como tampoco caímos en cuenta que nunca se cruzaban.
Sus visitas alternadas estaban perfectamente sincronizadas, como si hubiera existido un acuerdo entre ellos.
Sin embargo, un lunes aparentemente normal, el curita de siempre, fue relevado por “otro Curita”, que luego de un muy amable y efusivo saludo en voz alta, se dirigió a Janeth Carrasco, nuestra Recepcionista oficial, para que le preguntara al Doctor Botero si podía recibirlo “un momentico”, prometiendo no quitarle mucho tiempo.
Y Janeth, acuciosa como siempre, levantó de inmediato su intercomunicador, logrando la autorización de nuestro Líder para atender a este “nuevo Curita”. Como este hecho ahora sí rompió nuestra rutina, obviamente nos llamó levemente la atención, pero tampoco le dimos mayor importancia. Pero…
Transcurridos uno pocos minutos, la inolvidable “Florecita” se levantó de su puesto de trabajo, con voz muy discreta, como siempre fue característico en ella, nos citó a Hernán Marulanda, Pedro Neira y a mí, para que nos reuniéramos en la oficina del Doctor Botero.
Nos encontramos frente a la puerta de la oficina Presidencial y antes de entrar, comentamos entre nosotros: <Ve, que cosa más extraña ¿Será que este nuevo Curita nos resultó campeón para pedir “limosna para los pobres”? Preparémonos porque él no viene por “moneditas”, ¡¡él viene es por billete!!>. Y terminada esta atrevida elucubración nuestra, ingresamos a la oficina.
Sin ningún preámbulo, nos dice el Doctor Botero: <Quiero presentarles al padre Adán Londoño, Provincial de la Compañía de Jesús en Colombia, quien tiene algo sumamente importante que contarles.
<Padre Adán, ellos son …> Hace una breve presentación de cada uno de nosotros. Y continua…<El Padre Adán Londoño es Provincial (si la memoria del suscrito no me falla respecto al cargo) de la Compañía de Jesús en Colombia como les decía, pero él les explicará mejor. Padre Adán, le cedo la palabra…>
Nota al margen: Recordemos que Jorge Mario Bergoglio, argentino, es el primer papa perteneciente a la Compañía de Jesús, actualmente identificado como “El Papa Francisco”.
Se dirige a nosotros el Padre Adán y en medio de una inmensa jovialidad, nos dice…<Complementando lo que les acaba de decir el Doctor Botero, soy miembro de la Compañía de Jesús, coloquialmente conocidos como “sacerdotes Jesuitas” y antes que todo quiero agradecerles, en mi nombre personal y el de la Fundación Grupo Social de quienes he recibido la encomienda de ser vocero oficial ante ustedes, que me reciban y me permitan compartirles una noticia que va a cambiar para siempre la historia de esta empresa…>
Los tres quedamos ¡Plop! No nos atrevíamos ni a respirar.
Nuevo apalancamiento financiero
Y continúa el Padre Londoño: <Pero sentémonos, aunque no les voy a quitar mucho tiempo porque sé de su nivel de ocupaciones…>
<Pocos minutos antes de ingresar acá, realicé una llamada a mis colegas, quienes me confirmaron que hasta este momento hemos podido adquirir ¡¡¡cerca del 95% de las acciones de Aseguradora Mercantil!!!…>
<Ay Dios>, pensé yo. <Hasta acá nos llegó la aventura. Una vez vendida la Compañía, ¿Qué vamos a hacer? ¿Será que estamos predestinados a ser una simple Agencia de Seguros como pronostica el mercado?> Especulación ésta que luego pude constatar con mis compañeros de equipo y afortunadamente no se dio.
Dice el Padre Londoño: <Hemos venido observando con detenimiento a esta empresa, monitoreando con el apoyo de varios expertos sus indicadores financieros, el modelo novedoso de administración que están utilizando y, sobre todo, el trabajo profesional y meritorio que tan acertadamente están desarrollando, marcando rápidamente un hito en la industria aseguradora local…>
<Conocemos también la limitación impuesta por el reducido capital de trabajo del que disponen, junto con otras razones que en su momento oportuno entraremos a detallar…>
<Pero por encima del apalancamiento financiero, nos parece mucho más importante el apalancamiento del Talento Humano, razón por la cual, amablemente les queremos hacer la invitación para que por favor nos sigan acompañando, junto con los demás colaboradores vinculados en la actualidad, amén de algunos refuerzos que consideren pertinentes, pues definitivamente el principal patrimonio de esta empresa se encuentra representado en las personas que han hecho posible el balance de logros que han podido mostrar de manera sostenida. Entonces mal haríamos nosotros en pensar siquiera en modificarlo…>
Continúa diciendo el Padre Londoño (Nota de NJ: …y si la memoria no me falla…):
< Decía antes que una vez conocido el muy poco disponible financiero con que están operando de Cinco millones de pesos ($ 5.000.000) como Capital Pagado frente a un Capital Autorizado de Treinta millones de pesos ($ 30.000.000), también a través de la llamada telefónica de hace algunos instantes y mencioné antes, a partir de este momento tienen disponible en su cuenta bancaria la totalidad del Capital Autorizado, con la expectativa de poderlo aumentar más, una vez se realice la reforma estatutaria y demás permisos que se necesitan en el plano legal…>
<Entonces muchachos, concertaremos con Bernardo Botero una reunión en la sede de la Fundación para ultimar detalles que después él les compartirá. Pero, mientras tanto, les invito a que manejemos con total prudencia esta noticia que les acabo de transmitir, mientras definimos el plan de acción a seguir, parte del cual ya está bastante adelantado…>
<De igual manera les dejo acá con el Doctor Botero un primer folleto ilustrativo sobre el conjunto de empresas que conforman el denominado “Grupo Social”, para que accedan a una primera fuente oficial de información, respecto a las empresas hermanas con las cuales también comienzan a trabajar a partir de hoy…>
La Génesis de Seguros Colmena S.A.
Continúa la presentación del Padre Londoño explicándonos algunos detalles sobre las diferentes ramas que, para efectos de optimizar la administración y el especial enfoque en obras sociales como principio filosófico de la Compañía de Jesús, tienen ellos para su operación en Colombia y otros países, temas éstos que, por su extensión, no viene al caso detallar acá para no desviarnos del enfoque principal del presente escrito.
Efectivamente, casi de inmediato, el Doctor Botero es citado a reunión con el doctor…, creo que de apellido Tobón o Pabón, quien fuera antecesor del doctor Álvaro Dávila, presidente de la Fundación Grupo Social, junto con los presidentes y gerentes de las demás empresas del Grupo, para iniciar empalmes y volver efectivo el plan de acción trazado junto con algunos ajustes surgidos de este equipo interdisciplinario.
Dentro de esta misma “carrera contra el tiempo”, nos reúne nuevamente nuestro Jefe y, luego de hacernos un resumen sobre la agenda de trabajo a seguir, nos invita a que reflexionemos en conjunto sobre el cambio de razón social, involucrando algún vocablo que nos identifique como integrantes de esta nueva familia empresarial, así como el cambio del logotipo, preparación de trámites ante la Superintendencia Bancaria para sustituir registro, autorización de ramos, pólizas, clausulados, cambios estatutarios y otra serie de frentes, así como la consecución de permisos para algunas pautas publicitarias, amén de otras tareas con igual nivel de importancia.
Es así entonces como luego de varios debates, análisis de sugerencias y otras actividades conexas con esta prioridad de la nueva Razón Social, habiendo descartado nombres como “Seguro Social”, monopolizado por la entidad estatal encargada de administrar recursos públicos para la atención de salud y pensión de los colombianos, llegamos al nombre definitivo de Seguros Colmena S.A. y su eslogan “Un Nuevo Concepto en Protección”.
Arranca entonces una nueva historia (parte 4)
Esta fascinante historia continúa…
¡¡No se la pierdan!!
Publicación ISAN-0040-200324 – AgroEscritor
Mi querido Nelson, conocía algo de estas lindas historias, pero nunca en el detalle y fino lenguaje como lo vienes describiendo. Definitivamente me he gozado y me han llegado al alma tus lindas historias de “la mejor aseguradora del mundo” y la construcción de la gran familia Colmena. Dios te bendiga Nelson!!!!
Hombre William, querido e inovidable amigo. Mil gracias por estas bellas y motivadoras palabras!!, que no solo me emocionan, sino que me animan a persistir con mi humilde pero bien intencionada misión de contribuir en algo, con la preservación de, por lo menos parte de la historia que tuvimos la fortuna de vivir “la primera generación”, manteniendo vivo el recuerdo de una Familia y una Empresa que merecen preservarse en el tiempo por el trascendental ejemplo que, aún ahora, tantos años después, aún beneficiosamente irradian. Recibe mi fuerte abrazo