Crisis Empleo en Colombia – primera parte

Cómo afrontar la actual crisis del empleo en Colombia sin morir en el intento – primera parte

Noticia dramática: Reformas del actual gobierno dejarán sin empleo formal a más de 3,0 millones de personas en Colombia para el cierre de 2024

Hombre desempleado

Prólogo

La población colombiana en edad de trabajar supera los 40,1 millones, de los cuales, hasta la fecha de corte en junio de 2024, todavía subsisten 22 millones que están ocupadas formalmente.

De otra parte, casi 15 millones de esta fuerza laboral potencial, se refiere a personas que están por fuera de este grupo compuesto, entre otros, por estudiantes, trabajadores con oficios de cuidado no remunerado, rentistas de capital, empleados del gobierno, domésticos, así como personas que no tienen interés de trabajar, pudiéndolo hacer, por ser sostenidos por el modelo populista y asistencialista de Petro, indigentes y asimilables, pero sin tener en cuenta a la delincuencia organizada o no.   

Así entonces el pronóstico de varios líderes empresariales, presentado a mediados de agosto del año anterior (2023), se quedó corto pues se esperaba un volumen de 2,7 millones de desempleados al cierre de diciembre de 2024, meta ésta que se superó al cierre de junio del presente año.

Recordemos que este pronóstico inicial fue difundido por El Tiempo, periódico de mayor circulación en Colombia, a través de su artículo publicado el 17 de agosto de 2023, extractando este vaticinio de las conclusiones manifestadas por el grupo de principales empresarios asociados a la ANDI (Asociación Nacional de Industriales en Colombia).

El artículo en mención focaliza en las reformas a la salud, las pensiones y laboral que adelanta el Gobierno de Gustavo Petro, como principales detonadores de esta situación, según se reveló durante el desarrollo de su 8º Congreso Empresarial Colombiano que se realizó en Cartagena.

El dirigente gremial dijo que el análisis sobre el impacto de esas tres reformas estuvo liderado por Jesús Briceño, reconocido economista, quien junto con un grupo de analistas corrieron un modelo de equilibrio económico que les permitió llegar a esas cifras.

Frente a esos resultados, el presidente de la ANDI dijo que el país está a tiempo de “diseñar el futuro que queremos, atendiendo las necesidades y expectativas que demanda Colombia” y para lo cual es fundamental vincular a las discusiones elementos técnicos que permitan atender esas necesidades que demanda el país en esos tres frentes.>>

¿Se agravan los pronósticos para el año 2024 y siguientes?

Los indicadores que mostramos inicialmente fueron tomados de las publicaciones oficiales en los principales diarios y noticieros del país, contemplando un corte al mes de agosto de 2023.

Dentro de dicho corte se proyectaba un nivel de desempleo para Colombia de un 10% (tomando en consideración la población económicamente activa).

Desafortunadamente, como ilustramos antes, al cierre de junio-2024, se excede ya el pronóstico anual.

A lo anterior debemos sumar el agravante que, respecto al sector agrícola, solamente se le comenzó a tener en cuenta, dado el preocupante incremento en el número de campesinos desplazados por la situación de violencia creciente en las zonas rurales.

La delincuencia organizada en Colombia, liderada sobre todo por los narcoguerrilleros, aprovechando la oportunidad y el espacio que este mismo gobierno les ha concedido detrás de un nebuloso proyecto identificado como “la Paz Total” y unas indefinidas “Mesas de Negociación”, adquieren cada vez más poder y fuerza, traducido también en una abierta invasión de nuevos territorios, desalojando y damnificando día a día a los anteriores habitantes rurales en dichos territorios.

Esto en síntesis ensombrece aún más el horizonte pues, la proyección sugerida por la ANDI y compartida al inicio de este artículo, se basó en un estimativo “optimista” del 10% de desempleo, sin cuantificar todavía el impacto por el desplazamiento forzoso de campesinos, controvirtiendo el anterior indicador pues definitivamente ya no se cumplió.

Acciones del gobierno Petro para frenar el desempleo

Preocupante panorama. Pero bueno, ¿Qué dicen nuestros “padres de la patria” ?, ¿Qué dice el tan cuestionado Petro sobre este delicado problema generado por él mismo?:

¡¡Nada!!

No dice absolutamente nada, pues a su cada vez más dudosa salud mental y su ya reconocida incapacidad e ineptitud para gobernar, surge como nueva actividad prioritaria la de crítico de series ficticias de aventuras en Netflix y sus “profundas reflexiones” recomendándole a sus seguidores películas de esparcimiento y novelas de ficción con esta y otras productoras de cine y televisión.

¿” Gobierno” a través de la red social X?

Fuera de algún par de “buenas intenciones”, manifiestas a través de su red social, más motivadas por la presión de la opinión pública con repercusiones negativas para su imagen en el exterior, su mente dispersa continúa creando “cortinas de humo” y tácticas de distracción, focalizándose ahora en un supuesto plan de derrocamiento, que absolutamente nadie, diferente a él, avala.

Pero, más grave aún, transcurridos sus primeros dos años de haber recibido semejante poder por parte del sector más ignorante e ingenuo del pueblo colombiano, nos sorprende demostrando su capacidad actoral, interpretando el papel protagónico en la más absurda película de terror en que a la brava nos metió.

Su empecinamiento ideológico y egocentrista ha llegado a tal extremo, que, para no darle el más mínimo espacio a los consejos, a la orientación de expertos, al llamamiento a la cordura, construyó una impenetrable burbuja y se encerró en ella.

Sin medir las consecuencias, programa citas presidenciales de manera desaforada, para luego incumplir la gran mayoría de ellas. Hasta la fecha lleva ya bastante más de 150 incumplimientos de repercusión mundial.

Como esto estaba deteriorando significativamente su imagen, con el apoyo inclusive de hasta inteligencia artificial, sus colaboradores cercanos comenzaron a ocultar y manipular la información real, con el resultado que a la fecha, ya no conocemos cuál es el indicador oficial de incumplimientos del mandatario.

A lo anterior se suma el hecho que cada vez se ratifica más la tendencia de Petro, para solamente atender encuentros con otros gobernantes de su misma ideología, como sucedió por ejemplo con el pasado foro promovido por el reelecto presidente comunista de Brasil, su declarada afinidad al dictador Nicolás Maduro en Venezuela y, recientemente, el respaldo incondicional al grupo terrorista de Hamas en el Líbano, luego de cortar de manera abrupta, inconsulta y unilateral, las relaciones diplomáticas con Israel.

Este imprevisible personaje, cerró todos los canales de comunicación, dejando solamente como medio unidireccional su cuenta personal en la red social “X” (antes Twitter), a través de la cual se divierte haciendo alegorías intentando transformar la realidad nacional, con ingeniosas cortinas de humo que, dada la enorme pérdida de credibilidad que él mismo produjo, no logra tapar el panorama de tinieblas y terrorífico misterio en este escenario faraónico que solo una mente distorsionada e insana es capaz de producir.

El desconcierto y la incertidumbre surgidos de este desgobierno es total. Para que nadie interfiera con las actividades dictatoriales de este oscuro personaje, persiste en no suministrar su número telefónico a sus más inmediatas manos derechas, como son los Gobernadores de los distintos departamentos de nuestro país, y detrás de ellos, toda la estructura de Gobierno que les sigue.

La rotación de ministros y altos consejeros es tan impresionante que nunca nos imaginamos que esto pudiera llegar a suceder.

Y a los nuevos ministros y segundos de abordo, primíparos y con escasa formación profesional la casi totalidad de ellos, los envía en manada para que asistan a algunos eventos de trascendencia nacional e internacional, pero, sin ninguna directriz clara, sin un plan de gobierno definido, sin un mensaje concreto, es decir, los obliga a improvisar.

Intentando contrarrestar las manifestaciones crecientes de rechazo por parte del sector consciente dentro del pueblo colombiano, que a través de, por ejemplo, dos multitudinarias marchas pacíficas de reciente realización, Petro dando muestras nuevamente de su oportunismo, aprovechó la marcha programada por algunos sindicatos para celebrar el 1 de mayo como día internacional del trabajo, realizando una presentación mediática para “inflamar los ánimos” de algunos de sus cada vez menos seguidores, utilizando un imprudente discurso buscando la división entre los colombianos.

Para documentar este cuestionable episodio, nuevamente con el apoyo de algún par de sus adeptos, llegaron al descaro de realizar un montaje, tomando una filmación de una nutrida delegación que se hizo presente durante su pasada campaña como candidato en una apartada región de nuestro país, para hacerla aparecer, obviamente a través de su unilateral cuenta de red social (X), como si esto hubiere sucedido en la reciente fecha mencionada antes, supuestamente “llenando” la plaza en donde realizó su alocución presidencial.

Pero bueno, hago acá un corte pues mi propósito central es compartir un par de pensamientos sobre las potenciales soluciones que podríamos evaluar con más detenimiento, y no extenderme tanto en el diagnóstico del problema principal. Sin perjuicio de ello, cedí a la tentación de sentar mi voz de protesta ante una situación de crisis a la cual no podemos ni debemos ser ajenos.

¿Alguna solución factible?

Respiremos profundo, oxigenemos nuestra mente y, sin sacrificar principios fundamentales, ayudemos a construir soluciones frente al panorama de la enorme ola de desempleo que se nos viene encima, consecuencia lógica de la potencial depresión económica que se vaticina, si continuamos por el camino tortuoso que ya estamos viviendo.

En congruencia con ello, pongo sobre la mesa la siguiente propuesta:

Empecemos por hacer un diagnóstico parcial respecto a las causas de perfil económico que generan el desempleo actual y el proyectado para el inmediato futuro y dejemos por un momento la actividad política a sabiendas de ser ésta la principal razón y causa de la situación que estamos viviendo.

Uno de los primeros pasos que debemos dar, es “mirar y pensar hacia afuera”. Salirnos un momento del contexto interno y local, para darnos la oportunidad de aprender de quienes han logrado construir economías sólidas, modelos de convivencia pacífica, apoyo mutuo y, sobre todo, aplicación cierta del principio de la solidaridad.

Además de Café, Flores, Petróleo y otros “commodities” (productos básicos), también podemos exportar Conocimientos, Trabajos Digitales y otros asimilables, en forma similar a como lo han logrado realizar economías exitosas de Asia y África, con países también mal llamados “subdesarrollados”.

Exportar Conocimiento

Si escarbamos un poco, encontraremos como común denominador “el secreto”, la razón estructural de su riqueza y alto estándar de vida. Y la respuesta está en: La Educación.

La Educación, potente motor de soluciones

En los países más desarrollados y en los anteriores “subdesarrollados” que dejaron de serlo, siempre la educación está ubicada en el primer lugar.

Los economistas sabemos que la balanza de estos países preserva su equilibrio cuando se crean sinergias, acciones congruentes y concertadas entre la fortaleza productiva del sector privado, y el poder moderador compensatorio del sector público cimentado en un buen gobierno.

Tanto el sector privado como el público necesitan construir mercados, tanto a nivel regional como trascendiendo fronteras para acceder a otros grandes consumidores potenciales ubicados en el exterior.

Pero miremos que tanto el mercado local como el extranjero necesitan contar con un talento humano suficientemente preparado para poder atender de manera satisfactoria y eficaz, los requerimientos de los consumidores indiferentemente de en donde se encuentren.

Y ¿cómo prepara a este especial talento humano? Con educación focalizada en cimentar las habilidades y destrezas que requiere la atención de los requisitos de los consumidores, con una demanda creciente que necesita mano de obra y mentes calificadas, no importando donde se encuentren físicamente.

Entonces las empresas y el gobierno, para poder lograr su propósito, aportan y conciertan directrices a un diferenciado y nuevo perfil de instituciones educativas.

Realizan estratégicas inversiones en este semillero de personas seleccionadas a través de becas y subsidios; les abren sus puertas para que realicen prácticas de complemento a su formación académica con una preparación vivencial, ofreciéndoles como premio una vinculación laboral digna, tan bien remunerada que les margine de las ofertas tentadoras de la competencia.

Esta casta de trabajadores privilegiados se pueden entonces dar el lujo de escoger aquel perfil de empleo u ocupación que van a disfrutar realizando y, transfiriendo a otros las actividades o trabajos que no desean realizar, como por ejemplo las labores domésticas y algunos empleos rutinarios que pueden realizar los obreros sin mayor nivel de educación.

Las empresas y trabajadores privilegiados encuentran a este personal de estrato bajo, entre los inmigrantes y los obreros ubicados en los países pobres o en vías de desarrollo, e inclusive, entre los profesionales y “mentes brillantes” que fruto del desespero por la situación económica en sus países de origen, migran sin un plan claro, para vivir una incierta aventura que muchas veces resulta frustrante.

¿Debemos quedarnos en la crítica de este sistema y poderío económico mundial? No. Por el contrario, debemos aprovecharlo.

Como prevemos que el actual gobierno colombiano para el mediano plazo tiende a ser un destructor de empleo. Y al sector privado local, además de la incomunicación, cada vez les están atando más las manos y dejando un margen de maniobra más reducido. ¿Qué debemos hacer? Mirar y pensar hacia afuera.

Si a los empresarios potenciales generadores de empleo, los continúan asfixiando, en forma similar a lo que sucede en Venezuela, Nicaragua, Cuba, México y otros países latinoamericanos, pues sencillamente se podrían ir, trasladando sus infraestructuras físicas a otros países que los quieran acoger, y detrás de ello, abriendo contrataciones de personal en sus nuevas ubicaciones.

Pero esta tampoco es la panacea, pues esta migración no sólo traería la pérdida del mercado local, sino que los costos de producción se podrían elevar de manera significativa, disminuyendo sensiblemente sus márgenes de rentabilidad y sostenibilidad.

Entonces pensemos en una solución distinta, que no implique el traslado físico de infraestructura ni agravar la destrucción de empleo generada por el actual gobierno. Y ¿Cómo podríamos contribuir a lograr esto? Con el Trabajo Remoto.

Dado que ya me ha resultado demasiado extenso este artículo, dejo el tema en suspenso para darle continuidad en la siguiente publicación que nos complementa el concepto.

Feliz día para todos y seguimos en sintonía.

Con un afectuoso abrazo,

AgroEscritor.

ISAN-0007-200823 – AgroEscritor – Actualizado el 12-sep-2024

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